REFLEXIONAMOS SOBRE EL ACOSO ESCOLAR

En la sociedad convivimos con personas de diversas características. Tradicionalmente se tiende a encasillar a las personas y a excluir a las minorías, con el argumento de: ``no son normales´´, considerando la diferencia como algo negativo aunque, la realidad es que deberíamos convivir y aceptar las diferencias como algo natural y positivo, contribuyendo a la inclusión de estas personas tradicionalmente excluidas.

Quienes componen esta minoría son conscientes de la exclusión que se les está realizando, lo que tiene consecuencias desfavorecedoras en su autoconcepto, desarrollo psicológico y social. Ponemos como ejemplo los siguientes casos visualizados en clase.

- Niños con Asperger sufren exclusión a consecuencia de su percepción sobre las relaciones que entabla la sociedad.

- Alumnos que no tienen ninguna discapacidad pero tienen una característica muy marcada como el color del pelo, la altura, el peso, la ideología, las etnias, etc.

- Alumnos que son excluidos sin motivo aparente, por ejemplo: manías, envidias, etc.

Para poder radicar poco a poco el problema del acoso escolar hay numerosas medidas, entre las que vimos en los vídeos se encuentran: la  concienciación del equipo docente, establecer una red de ayuda para el alumno, en la que participen familias, compañeros y los propios docentes. Esta red de ayuda debe tener como objetivos: establecer unas pautas entre el acosador y el afectado para implantar una solución ante el conflicto y acoger a las personas para que formen parte del ámbito.

En estos vídeos podemos observar como la red de ayuda está compuesta por alumnos ayudantes-mediadores, los cuales deben tener la capacidad de empatía, escucha, responsabilidad, atención educativa y social, entre otras. Acceder a este puesto tiene que ser algo voluntario y sus objetivos se corresponden a los citados anteriormente.